Algo pulsa en
ti
que me lleva
a la tristeza.
Algo existe en
mí
que me rescata
de ahí
y me imanta a
la belleza.
Hay algo en mí
que me saca de mí.
Algo clandestino
que me lleva a ti.
En este
constante movimiento
del tú, del yo,
del nosotros,
hay algo muy
recóndito
que aún no dilucido.
En mis
reiterados traslados
no busco la
vacía pasión
de un rápido
deseo.
Eso murió.
(que en paz
descanse)
Voy… -y
sufro-
para lograr
saber
para alcanzar
sanar
las genuinas
razones.
Para librarte
de mi plectro
y de este
extraño hábito
del que tengo
certeza
no es amor ni
odio.
Pobres
sentimientos:
ambos se
suicidaron
en un vacío sin
fondo.
Seguiré hurgando
hasta que la
curiosidad
y esta rara
costumbre
también, por ineptitud,
se lancen al abismo.
.
.
.
P-Car
N°1278 - 08.08.2021
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